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María Bayo: Premio Cadenas de Navarra 2018

De izquierda a derecha, Fernando Aranguren, presidente de AC Doble12; María Bayo, premiada; Carlos Ciriza, autor del premio otorgado.

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(Transcripción íntegra del discurso de Fernando Aranguren, presidente de AC Doble12)

Buenas tardes y bienvenidos:

Como presidente de la Asociación Cultural DOBLE12, es un verdadero honor estar hoy aquí para entregar nuestro Tercer Premio Cadenas de Navarra a la soprano María Bayo.

DOBLE12 nació hace ya más de tres años con el fin de dar a conocer la realidad plural de Navarra y de sus gentes. Queremos hacerlo desde el fomento del conocimiento del arte, la cultura y las tradiciones. En esta breve, pero intensa trayectoria, en Doble12 hemos hecho un esfuerzo especial por preservar los bienes materiales e inmateriales de la cultura navarra y defender sus símbolos. Sabemos que no es una tarea fácil y que en muchas ocasiones vamos a contracorriente. Pero, como afirmó Mario Vargas Llosa, el éxito no decide la justicia de una causa. Y todos los que, de una u otra manera, han impulsado la labor de Doble12 creemos en esa causa bajo una etiqueta que llevamos a gala: la de agitadores culturales.

El colofón y fiesta anual de nuestra asociación tenía que celebrarse el 12 del 12. Quisimos que fuera un día para reconocer a diferentes figuras de nuestra tierra que han llevado, defendido o enriquecido el nombre de Navarra y sus gentes al máximo exponente. Personas que son y han de ser referentes para la sociedad por su contribución inestimable a la cultura, ya sea a través de sus obras o, como en el caso de nuestra premiada, a través de su interpretación.

Como he dicho al inicio, es nuestro tercer galardón y el primero que tengo la oportunidad de entregar como presidente de DOBLE12. En el año 2016 Víctor Manuel Arbeloa abarrotó este salón de un sinfín de ciudadanos que vieron en él al igual que nosotros cómo su oratoria y sus versos han hecho que hoy podamos vivir en una sociedad más libre. El año pasado el galardón recaló en la figura Florencio Dominguez. Fue nuestra manera de reconocer su sólida trayectoria periodística, su condición de referente en la tarea de escribir el relato del terrorismo, y también de rendir homenaje a todas las víctimas de la barbarie terrorista que tanto ha sufrido nuestra tierra.

Este año tenemos la inmensa fortuna de tener con nosotros para recibir nuestro humilde reconocimiento a una MUJER con mayúscula, profesional y trabajadora incansable que ha alcanzado sus mayores cotas a base de esfuerzo y mucho sacrificio.

Semblanza biográfica de una brillante carrera profesional

María salió de su Fitero natal muy joven con la intención de perseguir su sueño. Inició sus estudios en el Conservatorio Pablo Sarasate de Pamplona y los completó gracias a una beca del Gobierno de Navarra en la escuela Superior de Detmold (Alemania).

Durante esta época conoció a una persona que marcaría su trayectoria. Indagando un poco en la vida y biografía de nuestra galardonada siempre hay una referencia a Teresa Berganza quien aconsejó y depositó una confianza ciega en María. Berganza nunca escatimó halagos hacia la voz y el canto de la de Fitero.

Completada su formación, sus cualidades vocales sumadas a su sublime presencia sobre el escenario le valieron de inmediato para ganarse al público y a la crítica, que no tardó en considerarla la nueva “joven promesa”.

En esos primeros años comenzó a cosechar premios como el “Villa de Logroño”, el Julián Gayarre en Pamplona, el Francesc Viñas en Barcelona o el María Callas en Barcelona. Curiosamente su último trabajo ha sido meterse en la piel de la Callas con su “Master Class” en el Teatro Borrás de Barcelona. Y es que es la primera vez que una soprano de este nivel que realiza un rol hasta hora reservado para las figuras de la interpretación. Al parecer, y que la premiada me corrija si me equivoco, es posible que se presente en Madrid y desde aquí todos esperamos que podamos disfrutar del espectáculo también en Navarra.

1988 fue el punto de inflexión en su carrera al hacerse con el primer premio en el Gran Concurso Internacional Belvedere de Viena con más de diez menciones especiales.

Comenzó los circuitos internacionales cosechando éxitos en Saint Gallen y Lucerna o interpretando a Susanna en “Las bodas de Fígaro”. Así en 1991 la prensa francesa la proclamó “gran revelación de la temporada” por dicha interpretación.

Comenzó entonces una época en la que pisó los escenarios internacionales más importantes como:

  • Mommaie (Bruselas)

  • Covent Garden (Londres)

  • Teatro Colón (Buenos Aires)

  • Staatsoper Unter Den Linden (Berlin)

  • Metropólitan Opera House (Nueva York)

Pero su consagración llegó en la Scala de Milan, donde debutó ese mismo año 1991 como Musetta en la “Bohème” de Puccini.

A mediados de los años noventa, María Bayo dejó de ser una «joven promesa» para convertirse en toda una artista consagrada apoyada por un aluvión de excelentes críticas y una discografía sólida, bien seleccionada, sin salidas de estilo y sin concesiones a la comercialidad.

En 1998 debutó en el Festival de Salzburgo, en el marco del Festival de Pascua, con La Calisto, de Francesco Cavalli. En el Festival de Verano de aquel mismo año volvió a Las bodas de Fígaro de Mozart. En 1999 regresó a Salzburgo y con su interpretación de Zerlina, del Don Giovanni de Mozart, cosechó uno de los éxitos más importantes de su carrera.

Ese mismo año con motivo de la reapertura del Gran Teatro del Liceo de Barcelona, abordó el papel de Liù en Turandot de Puccini. Bayo definió esta velada como una de las más emotivas de su carrera debido al aplauso del público, más entusiasta y acalorado que el que brindaron a los roles protagonistas.

El 2002 fue el de su consolidación en Estados Unidos, gracias sobre todo a Las bodas de Fígaro, en Los Ángeles, y Carmen, en San Francisco: la siempre severa crítica estadounidense fue unánime al proclamar a María Bayo la única personalidad que «brilló con verdadera luz propia» de entre todo el reparto que formaba parte de la producción.

Además, ese 2002 seguro que estará grabado en la memoria de María, ya que debutó en el Teatro Real de Madrid en el rol de Manon y el Gobierno de Navarra le concedió el Premio Príncipe de Viana, que recibió en un acto solemne el 1 de julio en el monasterio de San Salvador de Leyre, donde la soprano recogió el galardón de manos del príncipe de Asturias.

Don Felipe definió entonces a María Bayo como una cantante «heredera y adelantada» de una nómina impecable de intérpretes, como una «artista consagrada, pero no inaccesible, que se ha doctorado en el difícil talento de regalarnos su arte sin arrogancia, con la sencillez y claridad de lo auténtico«. Permítanme en este punto que muestre nuestro pesar por el hecho de que, con el cambio de formato del Premio Príncipe de Viana, hayamos perdido la oportunidad de proyectar de forma valiosa la cultura que se fragua en nuestra comunidad. Ojalá tengamos pronto a la ahora Princesa de Viana de nuevo en Leyre para entregar tan prestigioso galardón.

María Bayo ha sido dirigida por los más grandes directores internacionales españoles, así como por especialistas en instrumentos originales y ha actuado en las salas de conciertos más prestigiosas de París, Bruselas, Amsterdam, Londres, Nueva York o Dresde, tanto en recitales como en conciertos sinfónicos.

Habitual partenaire de Alfredo Kraus y Plácido Domingo, participó con ambos en conciertos y grabaciones al servicio de la música española, valiéndole este hecho el título de una de sus «más prestigiosas embajadoras», como lo demuestra su amplia discografía, que incluye, entre otras, la primera grabación completa de “Atlántida” de Manuel de Falla, “Bohemios” y “Doña Francisquita” de Amadeo Vives, “La verbena de la Paloma”, de Tomás Bretón, “El barberillo de Lavapiés”, de Francisco Barbieri, “Marina”, de Emilio Arrieta, “Goyescas”, de Enrique Granados, y “La tabernera del puerto”, de Pablo Sorozábal, así como varios volúmenes de canciones españolas.

Dotada de una voz muy personal, expresiva y poderosa, así como de unas notables dotes teatrales, María Bayo ha merecido el reconocimiento unánime de la crítica internacional. Una de las mejores intérpretes mozartianas del mundo, según ha llegado a comentar en alguna de las entrevistas en las que me he sumergido para preparar este discurso María ha dicho: Entre Mozart y yo hay mucha sensualidad. Tanto es así que optó por bautizar a su hija con el nombre de Ilia, por el personaje de Mozart en “Idomeneo”.

Se le considera heredera y seguidora de la estela de grandes divas españolas, como Monserrat Caballé, Victoria de los Ángeles, Teresa Berganza o Pilar Lorengar. A pesar de ello ella siempre ha dicho que cuando se baja del escenario es María, de Fitero

En alguna ocasión María Bayo ha comentado públicamente que, si volviera atrás, no elegiría el mismo camino, dejando entrever que en algunos momentos de su trayectoria ha pagado un precio quizá demasiado alto. Desde aquí, María, te digo que menos mal que elegiste este camino. El esfuerzo, el sacrificio, el compromiso y la capacidad de superación ante la adversidad son valores que te honran y te definen. Y son también los valores que queremos reconocer desde Doble12 porque suponen una inspiración para el día a día de esta humilde asociación.

En estos últimos meses hemos vivido momentos que podríamos describir como intensos. Hemos seguido defendiendo los símbolos de la Comunidad Foral, hemos abogado por el uso correcto del patrimonio y hemos sacado a la gente a la calle para clamar contra la utilización de la lengua como un elemento que instaure la discriminación en nuestra tierra.

Doble12 decidió forjarse como asociación y dar un paso adelante quizá en el momento más difícil. Se trataba, en realidad, de una cuestión de compromiso. Queríamos alzarnos como una plataforma cívica desde la que pudiéramos tomar distancia de un día a día que a veces puede resultar apabullante. Y queríamos hacer un esfuerzo por lo que nos une frente a quienes intentan sembrar la división; por nuestra historia común frente a los esfuerzos para tergiversarla; por la cultura como seña de identidad de Navarra, frente a las escenas de odio y violencia que se han proyectado, por desgracia, en las últimas semanas con nuestra tierra como escenario.

En Doble12 apostamos por lo que nos cohesiona y nos hace más fuertes. Y ello se concreta en personas que, como María Bayo, representan los valores compartidos que nos deberían enorgullecer a todos. Gracias, María, por hacernos sentir más honrados aún de pertenecer a esta tierra y por llevar a gala el nombre de Navarra y por ende de España.

Hoy reconocemos a María Bayo, esa chica que desde muy jovencita cogía su moto para ir a ensayar con el coro de la iglesia de Cintruénigo. A la que le encantan los niños y que tal vez de no haberse dedicado al bel canto hubiese sido maestra, de hecho hoy día imparte clases en la Universidad Menéndez Pelayo de Santander. Aunque también tenía muy buenas dotes para la gimnasia por lo que quién sabe si Navarra perdió una representante olímpica, dada la tenacidad y sacrificio que ha demostrado en todo lo que se ha propuesto.

También sabemos que nuestra galardonada, como buena navarra, es de buen diente. Siempre regado con un buen vino o un buen champagne. Seguro que esta afición a los buenos caldos no le importa mezclarlos con la lectura de un buen libro o disfrutando de una buena película, otras de dos aficiones.

La humildad en la grandeza

No quisiera terminar este discurso sin hacer referencia a los orígenes de María Bayo. Lo que somos se lo debemos en gran medida a quienes nos han traído a este mundo y nos han educado. No hay profesión más sacrificada y esclava que la del campo, de ahí que fuera su madre la que le acompañó y visitó en muchas de las ciudades en las que ha actuado, quedando su padre al cuidado del campo.

Hija de agricultor y además muy buen jotero, ahora podemos saber de dónde le han venido esas dotes vocales. ”Quisiera volverme hiedra”, “Adiós puente de Tudela” o “Labrador era mi padre”.

Estoy convencido que hoy en el cielo de la Ribera se está escuchando una jotica cargada de emoción al ver a su hija siendo de nuevo profeta en su tierra.

Con toda nuestra admiración y agradecimiento, recibe este III Premio Cadenas de Navarra.

 

Asociación Cultural Doble12