Pilar, nacida en Pamplona, de la calle San Fermín.
Estupefacta como tantos de Vds., ante el gran esperpento. Recojo el titular publicado por Víctor Manuel Arbeloa, buen amigo, Presidente del primer Parlamento de Navarra, europarlamentario por Navarra, comprometido siempre con su Comunidad Foral, repito, ante este gran esperpento que hemos contemplado, incrédulos, viendo cómo se derrumbaba nuestro Estado de Derecho por la desmedida ambición de poder de un ególatra narcisista, ¡¡¡¡POR UN PUÑADO DE VOTOS!!!!
¡¡¡Pedro Sánchez, qué nos has hecho!!! Has propiciado abismos que nos conviertan otra vez, -Dios mío, otra vez-, a los españoles en irreconciliables enemigos en vez de en los adversarios que, fruto de la gran reconciliación nacional que supuso la Transición del 78, y desde la diferencia de ideas, tratamos de construir durante 45 años una sociedad de ciudadanos iguales y libres para los que tu has dispuesto etiquetas indelebles: buenos y malos, progres y fachas, todo blanco y todo negro, muy negro.
En el Congreso de los Diputados de este día triste, -nunca podré olvidar el 15 de noviembre-, otearon en medio de un ambiente bronco unos versos de Machado. Pobre don Antonio que, dolido su corazón por el frentismo entre los españoles de aquellos tiempos, decía:
“Españolito que vienes al mundo, te guarde Dios.
Una de las dos Españas ha de helarte el corazón.”
Para tratar de repetir el ambiente que provocó en sus inicios la fratricida historia de España, Vds. se han inventado UN MURO entre buenos y malos. Pedro Sánchez, lo repitió muchas veces en la tribuna del Congreso, un muro. El partido que fue mi partido ya no se esfuerza en obtener mayorías para gobernar. Basta cosechar todo lo que quede a una parte del muro. ¿que lo que hay a un lado , a su lado, suma la mitad más uno? Todos progresistas y buenos. Al otro lado del muro, un retroceso, y todo gris, y te asusto con que te vas a quedar sin Estado de Bienestar.
¿Cuánto tiempo empleó el hoy ya Presidente en desplegar un Programa Político propio cuando optaba a la investidura? Poco, muy poco. Bastaba con el ataque furibundo a la otra parte del muro.
Aborrecemos la corrupción que mira por el enriquecimiento personal, pero más si cabe aborrecemos la corrupción moral que hurga en las heridas que tanto costó restañar y parten del enfrentamiento civil de una guerra y del tiempo gris de una dictadura. Fue otra amnistía, ésta sí muy bien cargada de razones, en 1977. Nos manifestábamos entonces con grandes pancartas: LIBERTAD, AMNISTÍA Y ESTATUTO DE AUTONOMÍA. Y se cerró un Régimen. Se consensuó una Constitución cuya fórmula política es la Monarquía parlamentaria y consiguió las mayores cotas de bienestar y libertad en la sociedad española mediante el ejercicio de la democracia representativa. No se empeñe en tratar de afianzar un FALSO MURO que ya fue entonces derribado.
Pero le bastó el sí de siete tristes votos, un sí a cualquier precio: un sí a costa de la indisoluble unidad de la Nación española que nuestra Constitución consagra.
Sí, siete votos del delincuente Puigdemont, huido de España escondido en un maletero. Él impuso la foto de la vergüenza en Bruselas, después de hacer esperar tres días en el hall del hotel al número tres de su partido que actuaba en su nombre, Sr. Sánchez. ¡Ay, que célebre hicimos al vecino de Milagro!. Ahora, humillados por los soberbios y crecidos independentistas de JUNTS, rancios supremacistas, recién convertidos en “progresistas”, prometen cumplir su propósito a más corto plazo del que nunca hubieran soñado, ya sienten que van a alcanzar AMNISTÍA Y REFERÉNDUM.
Por un instante, en el momento en el que Miriam Nogueras, de Junts, le obligó a confesar el verdadero y literal contenido del acuerdo firmado en Waterloo, casi pudimos ver cómo asomaron los colores a las mejillas del narciso. Por un momento quedó patente su debilidad. Pero,…” las circunstancias son las que son y hay que hacer de la necesidad virtud.” Estos son sus principios en sus propias palabras. Creo que por ellas sí pasará a la historia.
No ha respetado las Resoluciones de los Congresos de su Partido ni escuchado las advertencias de muchos socialistas que no han podido callar y han ido elevando el tono a medida que veían fraguarse estos pactos de la ignominia.
No ha escuchado a Felipe González cuando respondía, entre indignado y sarcástico. “¿Por quién me toma?”, a la pregunta de si él se hubiera hecho la foto con Puigdemont.
Tampoco ha escuchado a Alfonso Guerra decir: “No me resigno, no lo voy a soportar, me rebelo porque esta amnistía es la condena de la Transición.”
Ni al ministro que fue Sáenz de Cosculluela que en una carta decía textualmente de los dirigentes del PSOE: “ Me dais vergüenza.”
Ni ha escuchado, por supuesto a Nicolás Redondo,.. (bueno, a este le has expulsado fulminantemente, a un político de raza al que nunca podrá Vd., emular). Ni a Paco Vázquez, ni a Joaquín Leguina, ni a César Antonio Molina, a Alberto Belloch, Rodríguez de la Borbolla…..
Sólo ha escuchado a uno de ellos; a José Luis Rodríguez Zapatero, el verdadero ideólogo y origen de los males que ahora nos aquejan y, del que, perdone que pueda herir su soberbia, pienso que Vd., no es más que un alumno aventajado.
Es estos dos días de desasosiego que nos han obligado a volver a pensar sobre qué somos, qué fuimos y hacia dónde como ciudadanos queremos ir, he leído con avidez un libro recién salido de imprenta. Su título, NO ME RESIGNO, DE NICOLÁS REDONDO TERREROS. Como él, en mi pequeña medida, me sumo a ese viejo y rancio PSOE denostado que ya no tiene carnet, ni sede, ni cargos y que dejó bien pagadas en su día todas sus cuotas. Presidente, le recomiendo su lectura. Tal vez las reflexiones profundas de un político de raza le ayudarán a pensar .
Por mi parte, me tranquiliza poder unir mi trayecto al abundante grupo de socialistas perdedores que en estos días lloran por España con los españoles.
Le puedo asegurar que no leeré, Sr. Sánchez Castejón, su MANUAL DE RESISTENCIA.
Y termino:
Hoy yo os animo, a todas las personas que nos acompañáis en este sábado 18 de noviembre, sin apelar a más título que mi conciencia ciudadana, a formar una sociedad civil con espíritu crítico, con firmes convicciones políticas, plural, desde la derecha o el centro derecha, desde la izquierda o el centro izquierda, y nos convoquemos a compartir una idea común de España, para alcanzar acuerdos de Estado que no deben confiarse a la cambiante correlación de fuerzas parlamentarias.
¡No nos pararán!
¡No nos callarán!
¡ Derribemos los muros!
Tenemos una patria común: es España.
¡¡Viva España!!
Pilar Aramburo González
